lunes, 19 de mayo de 2008
·Dirección · Propuesta estética
Partiendo de la base de nuestro primer acercamiento al Hábitat a trabajar (Hospital Felipe Heras- Concordia, Entre Ríos), que nos demostró que la implementación de un sistema ambulatorio como método para evitar la “desculturización” del paciente, es un simple fundamento falaz de una institución que no posee los recursos necesarios para su mantenimiento, decidimos centramos en ésta problemática incesante.
De esta forma, se propone generar en “Sala 8” una estructura cíclica del relato, con el fin de denotar la situación que conlleva un hábitat que no cumple los requisitos de un a sala psiquiátrica y genera en el paciente un constante y repetido devenir entre un adentro indisciplinado (aunque refugio en fin) y un afuera alienado.
El documental estará dividido formalmente en tres secuencias, sumando una inicial a modo de introducción, la cual se resignificará hacia el final con el objetivo de reflejar el carácter cíclico propuesto. Las tres secuencias serán tratadas de forma diferente e identificable con el sector al que se esté tratando. Se conformarán cada una en diferentes etapas del día, con un tratado de la imagen y cadencia particular. Imágenes de un exterior aledaño, desde una perspectiva interna al hospital, actuará como separador de dichas secuencias, otorgándole un punto de vista personal, afectado por el mismo hábitat.
En la primera secuencia, se realizarán entrevistas a diferentes sectores del área institucional: psicólogos, psiquiatras, enfermeras e inclusive personal de limpieza. Se buscará reflejar el discurso contradictorio que avalan, al compararlo con entrevistas a profesionales de ésta misma área de otras instituciones, y a su vez, en paralelo se reflejará como el mismo Hospital, el cual se encuentra en pésimas condiciones de abandono, actúa como factor primordial del aislamiento del paciente (la sala 8 es uno de los pocos servicios que funciona actualmente, el resto, es casi un hospital fantasma).
En la segunda secuencia, se buscará interiorizar con los pacientes. Para ello la propuesta es filmar a la tarde/noche, para denotar el estado del lugar y la reacción de los pacientes para con el medio, en un momento en que las autoridades se retiran. Se intentará entablar un dialogo con aquellos que lo posibiliten. La cámara actuará de modo ausente y captará los ruidos que ellos mismos sienten como perturbación, o las sombras que quizá los atemoriza.
En contraste, se tomará como paralelo la sala durante el día: los pacientes en estaticidad, sin nada en que abocarse, pero insertos en un entorno de multitudes en movimiento.
En la tercera secuencia, se buscará seguir al interno en su reconexión con el exterior. Lo acompañaremos en la vuelta hacia su hogar, o hacia el afuera incierto y en su recorrido, generaremos un vínculo con diferentes paisajes de Concordia, una ciudad con altos índices de pobreza y marginalidad.
Esto se filmará a primeras horas de la mañana para denotar un posible recomenzar. Seguidamente, la secuencia de introducción resignificada, donde vemos que el interno ha vuelto a la sala. De esta forma, desenmascararemos el supuesto aporte que dicha institución otorga al paciente.
De esta forma, se propone generar en “Sala 8” una estructura cíclica del relato, con el fin de denotar la situación que conlleva un hábitat que no cumple los requisitos de un a sala psiquiátrica y genera en el paciente un constante y repetido devenir entre un adentro indisciplinado (aunque refugio en fin) y un afuera alienado.
El documental estará dividido formalmente en tres secuencias, sumando una inicial a modo de introducción, la cual se resignificará hacia el final con el objetivo de reflejar el carácter cíclico propuesto. Las tres secuencias serán tratadas de forma diferente e identificable con el sector al que se esté tratando. Se conformarán cada una en diferentes etapas del día, con un tratado de la imagen y cadencia particular. Imágenes de un exterior aledaño, desde una perspectiva interna al hospital, actuará como separador de dichas secuencias, otorgándole un punto de vista personal, afectado por el mismo hábitat.
En la primera secuencia, se realizarán entrevistas a diferentes sectores del área institucional: psicólogos, psiquiatras, enfermeras e inclusive personal de limpieza. Se buscará reflejar el discurso contradictorio que avalan, al compararlo con entrevistas a profesionales de ésta misma área de otras instituciones, y a su vez, en paralelo se reflejará como el mismo Hospital, el cual se encuentra en pésimas condiciones de abandono, actúa como factor primordial del aislamiento del paciente (la sala 8 es uno de los pocos servicios que funciona actualmente, el resto, es casi un hospital fantasma).
En la segunda secuencia, se buscará interiorizar con los pacientes. Para ello la propuesta es filmar a la tarde/noche, para denotar el estado del lugar y la reacción de los pacientes para con el medio, en un momento en que las autoridades se retiran. Se intentará entablar un dialogo con aquellos que lo posibiliten. La cámara actuará de modo ausente y captará los ruidos que ellos mismos sienten como perturbación, o las sombras que quizá los atemoriza.
En contraste, se tomará como paralelo la sala durante el día: los pacientes en estaticidad, sin nada en que abocarse, pero insertos en un entorno de multitudes en movimiento.
En la tercera secuencia, se buscará seguir al interno en su reconexión con el exterior. Lo acompañaremos en la vuelta hacia su hogar, o hacia el afuera incierto y en su recorrido, generaremos un vínculo con diferentes paisajes de Concordia, una ciudad con altos índices de pobreza y marginalidad.
Esto se filmará a primeras horas de la mañana para denotar un posible recomenzar. Seguidamente, la secuencia de introducción resignificada, donde vemos que el interno ha vuelto a la sala. De esta forma, desenmascararemos el supuesto aporte que dicha institución otorga al paciente.
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